lunes, 27 de febrero de 2012

Jose Ignacio de Lequanda salazar "Lecanda"

Debo comenzar por indicar que conviene que se conozcan en España libros como éste (**) de Roxanne Cheesman, porque nos aclaran -en este caso en relación con el Perú- mucho de lo que precedió a lo sucedido entre los españoles criollos y los peninsulares precisamente ahora que se conmemora el segundo centenario de lo que puede denominarse la gran escisión.Es preciso que los españoles conozcan que Roxanne Cheesman ha efectuado un estudio que ha de calificarse al par de minucioso y esclarecedor -ejemplar, en suma- sobre un economista español, nacido en Vizcaya, y muerto de peste en Cádiz, Lequanda, pero que había pasado su vida en Perú, dentro de esa marcha para ocupar puestos económicos importantes que se encuentra sobre todo en la emigración vasca a los virreinatos americanos. Claro es el caso de México -basta mencionar el nombre de Basagoiti- y aquí vemos que otro tanto sucedía con Perú. No se trataba de una emigración, la del siglo XVIII, parecida a la de las postrimerías del XIX y comienzos del XX; sino para ocupar puestos de cierto relieve desde su llegada. Concretamente, Lequanda tiene su primer destino, en 1772, como auxiliar de cuentas del Banco de Rescate de Potosí.El gran papel de Roxanne Cheesman ha sido ofrecernos íntegro el manuscrito de la obra de Lequanda, Idea Succinta del comercio del Perú y medios de prosperarlo con una noticia general de sus producciones. Su labor en este sentido, que va de la Biblioteca Nacional de Madrid a la British Library, no tiene precio. Estos trabajos oscuros, previos, son impagables y la lectura de las págs. 9-16 a todos los que nos dedicamos a la investigación sencillamente nos maravillan. En esta obra aparece el manuscrito íntegro, y su transcripción para su cómoda lectura se halla en las págs. 583-717. Pero como preludio, el lector penetra en las ideas y en las noticias de Lequanda en su exposición previa crítica, que me atrevo a calificar como admirable. Vemos cómo, aunque mantiene algún ramalazo mercantilista, este criollo ya es un postmercantilista, imbuido de los mensajes de Hobbes, de Petty -por ejemplo, su apología de la aritmética política y la multitud de cifras que por ello ofrece- y también de Quesnay y de Adam Smith, pero igualmente de Jovellanos y de Campomanes.Los datos concretos que ofrece Lequanda nos presentan apasionantes visiones de la vida peruana, y concretamente de la limeña. Lo que señala del lujo es interesante. Exactamente dice (pág. 58): "La pasión dominante en el Perú y particularmente en la capital es el lujo en el vestido, y las consecuencias de mucho de esto en el mercado, cerrado, por cuestiones sociales, a ciertas tareas, a los españoles y sólo para los indígenas", creaba un daño evidente para Lequanda. Esos monopolios comerciales y las consecuencias de un paro importante son del mayor interés. Pero también, gracias a la investigación de Roxanne Cheesman, queda muy clara la evolución administrativa de Lequanda, y sus ascensos en la que podríamos denominar proyección peruana del Tribunal de Cuentas -así denominado entonces- que elevan al lector insensiblemente a un pensamiento sobre su investigadora: "Así es como se trabaja". Por cierto, existe un dato que enlaza con la investigación parcial que el profesor Pedraja Chaparro hizo del espíritu subyacente en las Reales Sociedades Económicas españolas. En la pág. 39 aparece una referencia a la existencia en Lima de "la Sociedad Vascongada de Amigos del País", a la que se califica de inmediato como "logia", a la que pertenece incluso el obispo de Trujillo Martínez de Compañón, junto con Lequanda.Debe destacarse también la bibliografía (págs. 105-112), pero sobre todo que, gracias a este libro, el catálogo de "Economía y economistas españoles" acaba de incorporar a uno especialmente inteligente y que, además, interesa a todo el que le importen los problemas monetarios, con la cuestión de la moneda macuquina, surgida paradójicamente en el virreinato productor de grandes cantidades de plata. Incluso también las leyendas que de allí llegan, como esa del "carbunclo", animal mitológico que aquí se reproduce en la pág. 44. En conjunto, es un libro delicioso.E(*) Catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid. Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (1992). Académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España.(**) Roxanne Cheesman, El Perú de Lequanda. Economía y comercio a finales del siglo XVIII, Instituto de Estudios Peruanos. Fundación M. J. Bustamante De la Fuente, Lima, 2011, 718 páginas.

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